“Te conjuro triste
Plutón, señor de los profundos infiernos, capitán soberbio de los ángeles
condenados, señor de los fuegos sulfúreos que salen del monte Etna, gobernador
y vigilante de los tormentos que reciben las almas pecadoras, regidor de las
tres furias, administrador de todas las cosas negras del reino de Estigia, con
sus lagunas, sombras infernales y el caos de los abismos, mantenedor de harpías
y de las espantosas y temibles hidras; yo, Celestina, tu protegida más
conocida, por la virtud y fuerza de estas rojas letras escritas con sangre de
murciélago y por los nombres y signos que hay en este papel, y por el áspero
veneno de las víboras que tiene este aceite con el que unto esta madeja de
hilos, te conjuro a que vengas sin tardanza, y me obedezcas, y te envuelvas en
este hilado, hasta que Melibea lo compre y de tal manera quede enredada, que
cuanto más lo mire, más se ablande su corazón, y se lo abras y lo hieras del
cruel y fuerte amor de Calisto, tanto que, dejando a un lado su honestidad, se
descubra a mí y premie mis pasos y el mensaje que le llevo. Y una vez hecho
esto, pídeme todo lo que se te antoje. Si no lo haces enseguida, me tendrás por
tu principal enemiga, y entonces heriré con luz tus cárceles tristes y oscuras;
y descubriré tus continuas mentiras; y con ásperas palabras delataré tu
horrible nombre. Una y muchas veces te conjuro. Y así. Confiada en mi gran
poder, salgo para allá con mi hilado, donde creo que ya te llevo envuelto”
(Celestina, de Picasso, 1904)
-“Los
oficios de Celestina eran seis:
labrandera, perfumera, maestra de hacer aceites y de
hacer virgos, alcahueta y hechicera”
-Alcahuete/a:
persona que
concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita.
(RAE)
-Pese a su sabiduría, está cegada
por la ambición, lo que la conducirá a la muerte. Es una
maestra en el uso de la palabra: domina la retórica. Ama
su oficio y lo ejerce con el orgullo de los buenos profesionales.
-El tipo
de alcahueta tenía una larga tradición literaria (comedia latina, la Trotaconventos del Libro
de Buen Amor) y
era un personaje conocido en la literatura popular medieval.
La maestría
de Fernando de Rojas consiste en fundir todos esos modelos y superarlos,
convirtiendo el estereotipo literario en un personaje dotado de individualidad,
intimidad personal e intensa vida propia.